Desde el 21 hasta el 25 de noviembre, Tafí Viejo se viste de colores y diversidad con la realización de la octava edición del Diversival, un festival de Arte y Cultura LGBTIQ+, el cual ha ganado reconocimiento por su compromiso con la comunidad y la promoción de políticas inclusivas. Iniciado como una estrategia para respaldar las conquistas de derechos del colectivo, como la ley de matrimonio igualitario y la ley de identidad de género.
En el marco del Diversival se realizó el Cine Debate en la Casa de la Cultura con la proyección de "La Imperdonable Alegría", "El caso de Octavio Romero" y los testimonios de vida de Andrea Campero, Norma Salica y Paul Vaca. En este contexto, figuras destacadas comparten sus experiencias y reflexiones, contribuyendo a fortalecer la visibilidad y el entendimiento.
Norma Salica, una de esas voces, enfatiza la importancia del respeto por la diversidad: "Lo más importante es ser uno mismo. No importa lo que digan los demás y no tiene que importar además, porque soy como soy y nadie me puede cambiar, nadie puede decirme ni objetarme en la forma que me visto, en la forma que camino, en la forma que hablo”.
Paul Vaca, al recordar su propio camino, compartió: "Supe que era 'Paul' desde mis quince o dieciséis años. Yo estoy tratando de hacer todo lo posible para dejarle una buena vida. Cuando mi mamá tuvo que decirle a mi papá que a mí no me gustaban los chicos, que me gustaban las chicas, él me aceptó. Me amaron igual. Ese amor que me dieron, sé que lo tengo para mi hija".
Otra figura relevante, Andrea Campero, conocida artísticamente como La Chicho, comparte su experiencia como artista transfeminista y activista por los derechos LGBTIQ+: "Si me preguntaran quién soy, diría que me identifico como camaleónica, lo que significa que puedo ser quien quiera ser. Soy nacida en Tafí Viejo. Actualmente tengo 26 años y comencé a explorar mi identidad a los 13 o 14 años, con la primera vez que me travestí”.
La Chicho destaca el papel crucial del apoyo familiar y comunitario: “Fue un gran paso y cambio identificarme como trans, declarar quién soy, a pesar de las expectativas de los demás. Hoy en día, gran parte de mi identidad se ha construido con el acompañamiento de mi familia, y personas cercanas. Lo importante es encontrar ese apoyo en personas de confianza es esencial, y entender que siempre hay alguien dispuesto a ayudar”, recordó.
“El arte ha sido mi refugio principal. Agradezco que se haya promulgado una ley que respalda los derechos laborales de las personas trans, permitiendo que muchas compañeras se integren plenamente en la sociedad. Esto ha facilitado que compañeras terminen la escuela, se eduquen y, en muchos casos, ingresen a la universidad. Como sociedad, debemos replantearnos cómo respondemos cuando alguien es víctima de violencia o discriminación debido a su identidad de género u orientación sexual”, finalizó.
